miércoles, 24 de noviembre de 2010

Don Alejo Garza Taméz, víctima del sistema.

En muchos centro de reunión se habla sobre lo sucedido en Tamaulipas, a quince kilómetros de Ciudad Victoria, donde a Don Alejo Garza Tamez, propietario de un rancho dedicado al la ganadería y a la siembra, lo habían amenazado para que dejara su propiedad que fuera operara por un grupo de la delincuencia organizada y, para tal fin, le daban un plazo de 24 horas para que abandonara y dejara el racho de su propiedad en manos de este grupo criminal. Este, sabiendo que tenía en su contra todas las de perder, jamás denunció el asunto en la policía o en otra autoridad, dijo que no tenía confianza en ninguna autoridad, que finalmente ,los políticos y los policías, solamente hablaban y no existía duda de que en muchos casos éstos eran los primeros en denunciarles ante los propios criminales para que estos tomaran represalias en su contra. Por esa razón, prefería enfrentar a los delincuentes a como diera lugar .é,l solo. Así que solicitó a sus trabajadores a que no estuvieran el día marcado para que le quitaran su propiedad, él se puso a limpiar sus armas ya que era un cazador experimentado y un hombre valiente, se preparó para la defensa de su propiedad y colocaba armas en puntos estratégicos de tal forma que pudiera responder a la agresión.

El día que aconteció la tragedia, llegaba a su propiedad un grupo de más de treinta hombres armados y rafaguearon la propiedad pensando que saldrían los que estaban dentro espantados y, en respuesta, recibieron fuego desde la propiedad lanzado por Don Alejo, así que quedaron cuatro delincuentes muertos en ese instante y la feroz lucha se desataba, los maleantes disparaban y lanzaban granadas así que al final Don Alejo quedaba masacrado por la agresión. Pero los maleantes no pudieron quedarse con la propiedad, tuvieron que huir ya que esperaban que con el escándalo llegaran las autoridades y prefirieron huir. Un solo hombre decidido a proteger sus bienes enfrentó a un grupo y los hizo huir, tal como dice su hija Sandra Garza que habló sobre el tema en una entrevista telefónica.

Ella decía que su padre no quiso hacer la denuncia de la agresión que esperaba, que no tenía confianza en las autoridades y ella explica que habiendo estado en la política por más de treinta años, ella, solamente ha llegado a la conclusión de que no sirven para nada las “amistades de la política”, ninguna resolvió hacer nada, ninguna se presentó para apoyar a su padre para que no sufriera la agresión y esto nos hace confirmar lo que hemos dicho: “En política, los amigos, son de mentiritas y, los enemigos ,son de verdad” de tal forma que se puede perder la vida en cualquier agresión.

La realidad es que esto demuestra que las policías no sirven para nada, que las autoridades y los ministerios públicos solamente hacen de las suyas y están implicados o son cómplices o socios de la delincuencia, independientemente de que el presidente hable de que “vamos ganando” una guerra que a todas luces está perdida, porque no es tal guerra en contra de la delincuencia, sino que es el pretexto para implantar la dictadura paramilitar y policiaca para que se sostenga el gobierno de la ultraderecha. La realidad es que si vemos los resultados: más de treinta mil asesinados, más de treinta mil viudas y viudos y claro, más de noventa mil huérfanos, miles de casas destruidas, muchos vehículos destruidos y robados, muchas empresas y negocios cerrados, cientos de familias huyendo de la violencia a los Estados Unidos, las escuelas abandonadas y la economía destruida, este es el resultado sangriento y represivo que se opera en cuatro años de desgobierno…

Así las cosas, con estas pequeñas historias, nos damos cuenta de la ineficiencia y la desconfianza que gozan las policías en el país, nadie cree en esos cuerpos, sabemos que no están para garantizar la vida, las propiedades y los derechos de los mexicanos, lo que se ve no tiene razón para juzgarse, es, simplemente es y lo que vemos es que, las policías, solamente están para proteger a los ricos, a los políticos, a los empresarios y a los banqueros y claro, unidos y aliados con la delincuencia, es lo que tenemos como resultado, por ello, la inseguridad, la sufrimos los ciudadanos y no existen razones para pensar en los cambios, porque las policías son el origen de la verdadera delincuencia organizada en el país.

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