martes, 9 de noviembre de 2010

5 de noviembre de 2010

Hace algunas semanas leía de un grupo de jóvenes que habían dejado la escuela para tentar a la suerte y poder tener un trabajo que les permitiera ayudar un poco en sus familias, solamente habían logrado llegar a la zona fronteriza con los Estados Unidos y ser engañados por los traficantes de indocumentados. Les dieron vueltas por varias colonias prósperas de la ciudad, les llevaron a cruzar algunos sitos para hacerles sentir que habían cruzado el Río Grande para, posteriormente, dejarlos abandonados a su suerte diciéndoles que ya estaban en los Estados Unidos. Para ellos no era raro el tema porque en toda la zona fronteriza del Sur de Estado Unidos se habla más en español que en inglés y la gente viste más o menos igual que los gringos, toman cervezas, tragan hamburguesas y hot dogs y al final del día, se dieron cuenta que los habían engañado. Lo curioso, nos comentan, es que esos “polleros” hablaban con los policías de la Federal y recibían su protección. Por ello, no pudieron ir ante el ministerio público para poner su acusación… sabían de antemano que no les harían caso. En este tipo de delitos existe la protección de las policías y de las autoridades y cualquier “chivato” puede pagar con su vida el hacer una denuncia… por esto, nadie tiene confianza en las policías ni en las autoridades.

Al poco tiempo de andar vagando recibieron la invitación de algunos policías ligados a los delincuentes para que sirvieran para pasar la droga al “otro lado”, les aseguraron que también estaban arreglados y que no tendrían problemas, que en cuanto entregaran los paquetes podría irse al interior de los Estados Unidos y continuar con su “aventura”, ya podrían conseguir el trabajo que se les negó en todas partes de su país y así lo hicieron, por fortuna, para su fortuna, nadie les molestó, pudieron cruzar la frontera y continuar más adentro, algunos, ya trabajan y están estudiando inglés para poder hacer mejores trabajos. Reciben dólares y gastan poco, viven en condiciones miserables y amontonados para no gastar de más. Tratan de enviar los dólares ganados con enormes esfuerzos y tragedias, luchas y miedos y claro, no pueden enviarlos a sus familias porque hoy, saben que Calderón decretó que no se pueden cambiar dólares en forma libre, tienen que entregar documentos y estar en los bancos, pero son de familias miserables, no tienen documentos, jamás los han tenido… así que ellos no pueden enviar los dólares y sus familias se desgastan en la miseria y en el desempleo…

Al poco tiempo supimos la historia real, después de varios meses, ahorrando mucho para tener dinero, uno de ellos se arriesgó a cruzar la frontera de Estados Unidos para México, ahí logró cambiar los dólares de todos, junto un buen dinero y cuando trataba de tomar un camión para su pueblo, las policías llegaron alegando que estaba ligado al narcotráfico y que llevaba mucho dinero en efectivo… no podía demostrar que era dinero ganado con grandes esfuerzos por varios de sus amigos que habían tenido el valor de salir de su pueblo expulsados por el hambre para tener un trabajo y que de sus ahorros, de todos, juntos, él, había decidido ir a su pueblo para entregar la parte del dinero a cada familia. Pero no, lo enviaron a la cárcel, previamente lo golpearon y claro, lo robaron, alegaron que no llevaba ningún dinero, él vio cuando lo repartían los policías entre ellos, entre el ministerio público que lo consignó por llevar unas pastillas y marihuana que le sembraron los policías que lo robaron, atracaron, secuestraron y torturaron… ahí, llorando sus penas, sufre la intimidación y los robos, asaltos y torturas de los presos contra otros presos, sobre todo porque es un pobre “guey”, nadie lo pela, no tiene amigos ni lo protegen, así que es explotado como chalán para todo lo que ordenen los presos jefes de la misma cárcel, los yotes, los mandones, los grandes narcos, los asesinos, los ricos que pueden pagar por la protección y las cosas buenas de la prisión si es que hay cosas buenas en esa pocilga… así que, ahí, decide terminar y se convierte en asesino del primero que le ofende y se gana el respeto…llegan los policías y le dan impunidad a cambio de que trabaje para el jefe del lugar… culpan a otro del crimen, hay “pagadores” que por un poco de dinero se culpan de los asesinatos de otros, son la calaña del lugar… y mientras las familias y sus amigos no saben de él, creen que se robó el dinero y no conocen de su tragedia y cruel destino… pero así es. Y luego dicen que los pobres son criminales por naturaleza… tal vez, deberían ser policías para gozar de impunidad… y tener un “trabajo”…

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