lunes, 21 de septiembre de 2009

ZHENLI YE GON INOCENTE EN E.U.

NADIE TIENE DUDA DE QUE EL IMPUESTO DE LA POBREZA SERÁ: LA MSIMA GATA, NADA MÁS QUE DOS POR CIENTO MÁS CARA… Y, NI CHISTAR ES BUENO, porque mientras el Secretario de Hacienda, Agustín –muchos le dicen DISGUSTIN_- Carstenes, aguanta vara, recibe golpes de todos lados, le mientan la madre muchos sectores, le dicen de todo, hasta gordinflón los que están indignados, no se conmueve, aguanta estoicamente, no sufre ni se acongoja, porque como decía un tío, al que los hermanos le reclamaban porque su esposa lo trataba muy mal, le gritaba, lo mandaba, decía de cosas enfrente de todos y este, al recibir la demanda de sus hermanos para que pusiera un freno, dijo: “Pero eso no es todo, también me cachetea y me patea, me mienta la madre todos los días al levantarse, al comer y al acostarse, me da golpes en los bajos, me quita todo el dinero que gano en el día, en fin, me golpea como cualquier gato revolcado,,, pero, ¿saben una cosa?, finalmente, en las noches, cuando llegamos a la cama, le hago el amor, como quiero”. Así pareciera que se encuentra el Secretario de Hacienda, sabe que es el momento de tragar sapos y aguantar mentadas, patadas y huevos en el rostro, pero al final, como son nuestros diputados de mariconcetes y oportunistas, pues terminarán aprobando el famoso impuesto del dos por ciento que afectará, claro, a los más pobres, digan lo que digan los tecnócratas y los políticos.

Por esa razón, algunos mexicanos dicen que no fueron a dar el grito de independencia al Zócalo, sino a gritar: ¡socorro, socorro, nos están chingando! Y saben que cuando solicitas auxilio en casos de emergencia, no se paran ni las moscas, no aparecen los policías, los funcionarios, los políticos, solo parecen los acreedores por aquello de que se vaya uno a petatear y no pague uno lo que debe, pues todos gritaban socorro, socorro y no aparece nadie en el lugar.

Y si bien aquella fase de que COOPELAS O CUELLO , QUE LE FUERA ATRIBUÍDA AL SECRETARIO de trabajo, ahora, deben estar gritando al lado de Genaro García Luna, demandando el auxilio de los medios, de los que le sirven para montar los teatros, de que convenzan a los norteamericanos que, efectivamente, Zhenli Ye Gon, es culpable de todos los delitos que les atribuyeron pero que, curiosamente, no enviaron ninguna prueba y datos para poderlo inculpar en los Estados Unidos de tal forma que ahora, el chino-mexicano por la gracia y las transas de Creel y de Fox, resulta inocente y víctima de las transas, corruptelas, ineficiencias de los policías políticos, de los políticos, de los funcionarios que han logrado quedarse con gran parte de su fortuna porque eso de que nos dicen que solamente se le han decomisado 205 millones de dólares, cuando el presidente declaraba, emocionado, en Tijuana que le habían decomisado más de 250 millones de dólares y habían desaparecido de la cuenta 45 millones, también, se tendría que hacer las aclaraciones porque muchos policías que venían investigando a este individuo, saben y aseguran que tenía muchos lugares y residencias donde amontonaba otros cientos de millones de dólares y que, posiblemente, fueron desaparecidos por los policías acostumbrados a robarse fortunas con el pretexto de que era su “botín de guerra” ,como le dicen cuando se justifican con los altos mandos al serles reclamados los recursos que se roban.

Y lo terrible es que, con ese cuento, sabiendo que estaba protegido por importantes políticos, funcionarios, empresarios, financieros, policías tuvieran el descaro de detenerle y robarle, además de consignarle, pero tuvieron que, cuando menos, darle el pitazo para que se fuera del país, pensando en que con el escándalo el chino mexicano, por la gracias de Creel y de Fox, saldría huyendo y no se atrevería a reclamar o comentar todo lo que sufrió y tuvo que darles a los funcionarios mexicanos que tan bien le habían servido, hasta que quisieron darle un golpe y dar la muestra que la política represiva implementada para que el presidente se embarcara en la misma, servia y que, la publicidad internacional, pondría de buen humor y nivel al presidente que, en ese momento, se debatía porque existían y existen las dudas de que su elección ha sido legal y correcta y que llegó, en realidad, con el apoyo mayoritario del pueblo, aunque en los votos fueran, algunos cuántos, la diferencia, así se dio el uso de los escándalos mediáticos para solucionar problemas políticos y conflictos que enfrentaba el presidente y, por esa razón, el mismo se embarca en la política de “seguridad” que ha resultado todo un fracaso y un enorme dispendio de los recursos públicos, solamente para dar confianza a los norteamericanos y servir para que, un grupo de policías políticos, sigan enriqueciéndose como lo han venido haciendo. En este mismo sentido están otros escándalo como secuestros, asesinatos y levantotes, pero el último gran espectáculo, lo vimos, cuando un loquito que todos conocían y protegían, se dio el gusto de salir en todos los canales de televisión para, con unas latas de jugo que cuestan veinte pesos, una cinta para amarrar que cuesta cuarenta pesos, con el apoyo y ayuda del espíritu santo que no tiene precio, se pudieran ocultar los escándalos sobre el aumento de los impuestos que, todos, coinciden, en que no tiene madre…

Hoy, el chino mexicano, que fuera recibido para darle la nacionalidad por acuerdo del secretario de gobernación ante el presidente Vicente Fox, debe saber que este acto, le costó mucho dinero y que la protección recibida por altos mando y autoridades de la PGR y de las policías también le costaban cientos de miles de pesos o de dólares y que cuando en verdad tenían que protegerle, ellos, le enviaban a prisión y le generaban los escándalos y tan lo supo que lo dijo en la corte de Estados Unidos y es por esa razón, los jueces de Estados Unidos, al conocer mejor los hechos y al no recibir las pruebas de los funcionarios del gobierno mexicano para probar que se dedicaba al narcotráfico y que su dinero era producto del mismo, lo dejaron en libertad, y ahora, le regresan su dinero que tenía decomisado por las autoridades gringas, diciendo que no se permitirá a ningún gobierno extranjero que le demande esos recursos a Zhenli YE Gon al que consideran inocente… y por tanto, los mexicanos, deben estar temblando porque se conocerán muchas de las transas y de las protecciones que le costaron tantos millones al chinito y, sin duda, reclamará ante cortes internacionales sus cientos de millones de dólares y sabremos, exactamente, de cuánto estamos hablando y así quedará muy mal parado el equipo de “seguridad” del presidente Calderón y, el mismo presidente, quedará como un cómplice de este robo en despoblado, donde muchos otros funcionarios del Estado de México, también recibían su parte y dejaban hacer al chino todo lo que quería, aún el trafico de drogas, la producción masiva de las mismas y con los funcionarios de Hacienda y Aduanas, llegaba a controlar el mercado de las metanfetaminas en el país y en América Latina, por esa razón, muchos funcionarios de aduanas ligados a Guzmán Montalvo y a la familia Fox, tendrían que declarar y ser consignados como se merecen, no por ratas, sino por pendejos y las pendejadas que dejaron sueltas que generarán un escándalo internacional en contra del gobierno del presidente Calderón…

El magistrado Salivan dijo que, no, por la simple razón de que “México no compartió ni pruebas ni doras decomisadas ni otras evidencias. México desairó a Estados Unidos”. Y como es verdad, no tenemos duda de que eso de que:COOPELAS O MUELES, podría ser cierto y, para los funcionarios, policías, políticos y empresarios ligados a este asunto, prefirieron callar que hacerla de tos, por eso, el chino-mexicano ha demostrado, en poco tiempo, que el actual gobierno y sus funcionaros, son pentontos, transas, ineficientes, corruptos y cómplices de muchas transas… y así, no se puede tener confianza en ellos, menos, cuando nos quiere hacer pentontos “Disgutín” Carstens, diciendo que los mexicanos, en la mayoría, aprobamos su dos por ciento que, mucho, dicen, se lo puede meter por….CULIACÁN… SIN QUE SE ENOJE EL CHAPO.

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