miércoles, 2 de septiembre de 2009

Informe de tragedias y promesas, ¿estará en campaña?

Cuando los tiempos cambian deberían cambiar las costumbres y los ritos, sobre todo esos ritos políticos en los que ya pocos creen, tienen confianza o sirven para algo, así, se debería cambiar el informe presidencial porque en la actualidad, en este tercer año de gobierno del presidente Felipe Calderón, además de tener una idea equivocada sobre la formación y la labor de los periodistas, al decir que somos parte de la violencia o que hablamos mal de México, confundiendo la crítica con la melcocha como dicen en mi pueblo, todo se ha reducido a lo que vamos a hacer, como si viviéramos en tiempos de campaña política y no de estar alertas a un estado de emergencia, donde se tiene que responder con celeridad y eficiencia a los problemas y conflictos sociales.

Es cierto lo que dice Joaquín López Dóriga cuando señala que hablar de estallidos sociales para el 2010, es hacerle un poco al brujo y al adivino, cuando los problemas y los estallidos sociales se componen de muchos elementos y se tiene que confiar en el liderazgo y él, como muchos de nosotros, no vemos quién pueda tener esa capacidad para conducir una “revuelta social” que tenga éxito o cuando menos que sea creíble y confiable para la mayoría de los mexicanos. Lo demás son cuentos chinos y sueños guajiros, pero no pasan de ahí y que bueno.

La experiencia de las “revoluciones” en Centroamérica que han terminado en botines de los “robolucionarios” que son los nuevos ricos de ese sector, nos muestran que esas revueltas o “revoluciones” inspiradas en los movimientos de sacerdotes dotados por las ideas del tercer mundo y de la liberación, no cambiaron las condiciones de hambre, desocupación, marginación, desesperanza, miseria. Analfabetismo, violencia institucional, represión en contra de sus pueblos y mayorías, por eso, el saldo, solamente es que algunos líderes revolucionarios se convirtieron en nuevos caciques, en dictadorzuelos, en roba vacas, en expropiadores para ellos y a su favor, que dejaron miles de huérfanos, de niños de la calle, desamparados que ahora son las milicias de los grupos de delincuentes en las Maras y los traficantes de drogas, armas, gentes, explotación de menores, en fin, de ahí, de esa tragedia, se han surtido los ejércitos de los Maras y se abultan los grupos de la delincuencia organizada.

Siete millones de jóvenes entre los 16 y 35 años no tienen ni trabajo ni estudian y es este inmenso universo de población marginada, resentida, desilusionada la que puede establecer los niveles de violencia sin ton ni son, por el simple hecho de provocar los conflictos donde ellos tendrán su “desquite” con la sociedad que los sostiene marginados, sumidos en la miseria, en la desocupación, en la desilusión, así, ellos, son las primeras víctimas de la delincuencia organizada, de la violencia institucional ya que para los políticos, los policías, los funcionarios, esos jóvenes son delincuentes “potenciales” y, por tanto, los reprimen y persiguen, al grado que su violencia se convierte en una demanda social, donde la realidad es que la respuesta del gobierno es solamente definida dentro del campo de la represión parapoliciaca y no dentro de las soluciones sociales y políticas a las que deben estar encaminados.

El presidente del EMPLEO ha terminado, a los tres años, en el PRESIDENTE DEL DESEMPLEO y en una evalución real, con datos y con estadísticas, se puede decir, sin lugar a equivocarse, de que Felipe Calderón, al tercer año de su gobierno está peor que, en igualdad de circunstancias, de los gobiernos de Vicente Fox y de Ernesto Zedillo y esto le puede provocar serios conflictos de liderazgo dentro de su propio partido político porque para nadie es de dudar el que Felipe Calderón era, hace algunos años, un político con visión, de tal forma que había declaro, cuando el posible triunfo de Vicente Fox en contra del PRI, de que estaban obligados, los panistas, a dar resultados, porque los cambios sin resultados serían peores que el sostener a una dictadura como la priísta, pero ahora, los resultados negativos, a pesar de que puedan decir que son producto de circunstancias externas y de males como la influenza y otras cosas locas y similares, no se podrá negar que son el resultado de la visión y del mando en la conducción política, económica y social del país y esto, simplemente, es la responsabilidad de su gobierno, de su “equipo”, de su amigos y de sus funcionarios, de sus lamebotas y achichincles que solamente le han mantenido en el engaño y en el mal camino y peores soluciones, así que, si establece como “triunfo” el resultado de la “llamada lucha contra el narcotráfico y la violencia”, la realidad es que resultados mediocres, malos, despilfarros de recursos, inadecuado manejo de mandos, establecimiento de compromisos, complicidades y corruptelas, es lo que puede dar como resultado todo este despilfarro que solamente ha llevado al país al aumento de la violencia, a la desconfianza en la autoridad y en el aumento a las políticas de represión y, sobre todo, a la brutalidad desenfrenada y sin control de los mandos de policía y algunos sectores del ejército, los cuales, son valorados y reportados en la violación de derechos y garantías constitucionales y derechos humanos, que se aumentan ante la brutalidad de la represión política, que en nada ha ayudado a controlar la violencia y a detener la inseguridad.

Al contrario, debemos entender que la política de aumento de policías y la represión indiscriminada que se genera en contra de la población, con el cuenterete de que se lucha contra el crimen organizado, cuando todos los mexicanos no tenemos confianza en las policías y sabemos que en ellas se esconde el verdadero sistema de control de la delincuencia organizada, debemos entender que la política fijada en tal sentido, es un fracaso de tal forma que podemos entender que se continúa, porque se está dando respuesta a las demandas de los norteamericanos que están empeñados en establecer gobiernos fuertes en lo paramilitar y expertos en la política represiva en contra de los ciudadanos, no gobiernos fuertes por el avance económico, social y político de sus habitantes, ellos, no quieren vecinos fuertes sino que demandan vecinos sometidos y controlados por ellos, para el beneficio de sus intereses y el manejo de su seguridad, sin importar lo que a los demás pueblos les suceda.

En el actual gobierno de Calderón han ingresado a las filas de la pobreza, la que no tiene para comprar la canasta básica alimentaria, más de cinco millones de personas. Vicente Fox dejaba mas de 14 millones de pobres lo que significa que a julio de este año suman, los pobres, 19 millones 459 mil 204 personas.

La falta de educación alcanza al igual que en la falta de logros para acceder a la salud, más de 26 millones 765 mil personas, cuando Fox la dejaba en poco más de 21 millones, es decir, en este gobierno, en tres años, se aumentaron en más de cinco millones en pobreza de capacidades y patrimonial… sin comentarios.

Como la política de gobierno está ligada a la política represiva y al supuesto combate a la inseguridad, se tiene que decir que el gasto y despilfarro en este campo, aumentó 15% respeto al aplicado en 2008, al pasar de 39 mil millones a más de 46 mil millones de pesos y tal vez, por esos intereses en el manejo y manipulación, robo y desaparición de recursos públicos, se puede decir que de diciembre de 2006 a agosto de 2009, ha habido 13 mil 652 ejecuciones, un promedio de 413 por mes o 14 diarias y eso que los soldados patrullan las calles y los policías, en algunos casos, saquean casas, detienen inocentes, torturan parejo, violan derechos y garantías y la represión sale del campo de la delincuencia para pasar al campo de la represión política y social, manipulando las informaciones y la aplicación de la justicia, violando todo decoro en el campo de la decencia al convertir a inocentes en culpables por el capricho de policías políticos que buscan sostenerse en el poder y ser agradables a los ojos del presidente…¿le conocerán algo… o es al puro tanteo?...

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