martes, 30 de septiembre de 2008

Unos lloran, mientras otros berrean

Mientras el presidente Felipe Calderón hace el tour con los “príncipes” de España y no dejan de declarar cosas que no cumplen en la realidad, todos estamos atentos a los resultados de la gran crisis económica en los Estados Unidos que sabemos, tal como lo asegura, Carlos Slim, será la peor desde 1929 y esto quiere decir que la pobreza, la desocupación, la marginación y la desesperación serán la constante entre el infeliciaje internacional y nacional. Mientras tanto, los políticos nacionales sostienen que NO PASA NADA, QUE ESTAMOS EN MEJORES CONDICIONES QUE Estados Unidos y sobrepasaremos la crisis sin que tengamos problemas. Si esto fuera cierto, no estaríamos preocupados por los precios del petróleo que bajan, por la pérdida de turistas de Estados Unidos, la baja en el envío de remesas en dólares que normalmente enviaban los indocumentados mexicanos a sus familias. Tampoco estaríamos preocupados por el retorno de miles de compatriotas por su voluntad al no encontrar empleos en los Estados Unidos y de los otros miles que las autoridades fascistas de Estados Unidos detienen y mandan de retorno al país, tal como lo hacen con miles de niños y menores de edad que son detenidos en su territorio y los dejan fuera del control paterno. La verdad de las cosas es que, cuando menos, en México, con el famoso programa de oportunidades, se les da un subsidios alimenticio a los marginados del país y esto evita que caigan en la desesperación, pero las clases medias, perderán, nuevamente, sus ahorros y quedarán en el fondo del infeliciaje nacional, donde sin duda, desde ahí, saldrán los líderes que provoquen serios conflictos nacionales, movilizando a miles de marginados y pobres del país. Es en este sentido que las fuerzas del “orden” sirven para prevenir los conflictos sociales y no para controlar y asegurar la seguridad pública en el país. La realidad es que desde hace varios años, las máximas autoridades del Ejército Mexicano declararon que: jamás volverían a autorizar la salida de sus tropas para controlar conflictos políticos sociales y que se ajustarían a lo estrictamente marcado y señalado por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por tal motivo, los grupos políticos de la derecha, inventaron la nueva forma de represión y persecución, por medio de la PFP que es la alternativa paramilitar del Ejército, dentro de la concepción de “los carabineros” que, fueron las bases paramilitares que se usaron para establecer la dictadura militar en Chile eliminando del poder a Salvador Allende. El tiempo, nos dirá la realidad de ese proceso. Así las cosas en México, se establecen los mecanismos para desvirtuar y desorientar la realidad, porque de otra manera, la población tendría otras opciones, aún en la protesta social ya que, la desocupación, alcanza niveles alarmantes; el aumento de precio constante en los artículos de primera necesidad obligan a solicitar la intervención del gobierno para evitar este proceso que lastima y empobrece a miles de mexicanos diariamente. La emigración del campo a las ciudades es alarmante y provoca serios conflictos sociales en las zonas de habitación marginales ya que, los asentamientos irregulares, demandan mayores servicios públicos que no se pueden garantizar por la autoridad municipal ni estatal. La inseguridad va en crecimiento y la violencia alcanza a todos los estratos de la población ya que el gobierno y las policías, solamente, se dedican a otras gestiones y no pueden garantizar la seguridad pública indispensable, como sería su obligación, mientras los burócratas, políticos y funcionarios de las instituciones de seguridad, se pelean los presupuestos multimillonarios que se han autorizado gracias a la política de terror, horror y de impactos mediáticos que se generan en todo el país y que, establecen mecanismos para que los políticos aprovechen esas condiciones alarmistas y puedan desviar recursos públicos a este sector, quitándoles. Recursos presupuestales a los sectores educativos, de seguridad social y asistencial y sobre todo, a los proyectos sociales y productivos en el país. Los grandes beneficiarios de los recursos públicos son los políticos, los funcionarios y los policías que tienen las relaciones con los empresarios del ramo y que pueden usar esos enormes recursos para adquirir equipos caros e ineficientes en las condiciones que vivimo, donde se pueden realizar movilizaciones masivas que no dan resultados, pero que, justifican, la utilización y desviación de enormes recursos públicos que llegan a los bolsillos de los policías y de los políticos en ese reparto que se hace con los empresarios y banqueros del ramo. En tales condiciones, los políticos y los policías, son los que controlan la agenda política nacional. Los partidos y organizaciones se encuentran marginados ya que todo nos indica que se tiende al establecimiento de una política represiva y de alto control ciudadano por medio del control paramilitar en todos los órdenes y esto, es lo que se busca en esa relación garantizada con los Estados Unidos, por ello, no es lejano el tiempo que veremos las grandes represiones políticas, con pretextos de que se lucha en contra de la delincuencia organizada, porque el nivel de los grupos de delincuentes, ahora, se les ha dado en el terrorismo internacional y, los grupos sociales y políticos, quedarán enmarcados en las condiciones de delincuentes organizados, porque no se podrán manifestar con la libertad que se requiere en el país, dadas las condicionantes de emergencia que se establecerán ante las difíciles condiciones económicas internacionales al entrar de lleno, Estados Unidos, a la gran crisis, superior en daños sociales a la de 1929, tal como lo vienen asegurando los principales analistas económicos y los grandes hombres de negocios que son los que sienten realmente el comportamiento de la economía a nivel nacional e internacional. La emergencia internacional que se genera ante la crisis económica de Estados Unidos, afecta a toda la economía mundial y por esa simple razón, nos parecen engañosas y poco fieles las declaraciones del Secretario de Hacienda, siguiendo las instrucciones presidenciales, donde sostienen que no pasa nada, con el “ánimo de no despertar inquietudes sociales y malestar político en los sectores productivos y sociales del país. Así que las graves consecuencias de la crisis económica serán controladas por medio de las movilizaciones de los cuerpos de seguridad que, en realidad, son los cuerpos represivos en la sociedad mexicana. Así es la realidad de las cosas, y por tal motivo, los policías políticos, realizan las movilizaciones nacionales, no para detener a los jefes de la delincuencia organizada, sino para entrenar a las nuevas tropas represivas de policías, en el campo, donde serán las batallas sociales y de protesta más importantes en todo el país.

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