jueves, 25 de septiembre de 2008

Buenas lecciones que aprender

Hace algunos días, comencé a leer en las madrugadas, antes de mi sesión de meditación y oración, un libro de Og Mandino: “El éxito más grande del mundo”. En una de sus partes señala: “Debes trabajar cada día como si tu vida estuviera en juego”… “No necesitas amar las tareas que desempeñas. Hasta los reyes sueñan en otras ocupaciones. Sin embargo, tú debes trabajar y es como lo hagas, no lo que hagas, lo que determinará el curso de tu vida. Ningún hombre que es descuidado con el martillo construirá jamás un palacio”… y, por alguna extraña razón, al prender la computadora, leía un correo que amablemente me enviaba un lector, donde señalaba unos errores ortográficos, otros de dedo y algunos relacionados con los acentos. Esto, por supuesto que me agradó mucho, el que un amable ser humano nos corrija, nos debe llenar de orgullo, de alegría y debemos dar gracias porque lo hace con un buen corazón, para que mejoremos lo que hacemos y pongamos mayor atención a las tareas diarias que son nuestra pasión, la vida, la emoción, la alegría y el sentido de la vida. Así que damos gracias a sus comentarios y, sobre todo, a su lección, que es atendida, aprendida y continuada. Por ello, cuando vemos a los políticos y funcionarios que son llamados a la Cámara de Diputados y con toda pomposidad, con la prepotencia del que manda y vuelve a mandar y no tiene que dar cuentas a nadie de su errores y de sus desmadres, nos sorprendemos y pensamos que además de tolerar su ineficiencia, sus tarugadas, su prepotencia, sus corruptelas, complicidades y sociedades con los que no deben, tenemos que aceptar también que, en vez de que cumplan adecuadamente con su trabajo para el cual se les paga, todavía se molestan porque se les reclama su ineficiencia y en tonos amenazantes aseguran que no “renuncian”, como si la renuncia dependiera de ellos, cuando en la realidad ni lo piensan ya que forman parte del grupo en el poder y cuando se forma parte de este exclusivo grupo, no se piden cuentas ni se sugieren las salidas de los elementos ineficientes y corruptos, porque solamente, responden al jefe, al presidente, Felipe Calderón y no a lo que determine el pueblo mexicano que, se supone, es el que realmente les paga y puede o podría correrles, cuando evidentemente, no dan resultados ni hacen bien su trabajo. Tal vez deberíamos cambiar de valores y entender que todo lo que hacemos lo debemos hacer bien, con ánimo y pensando en que el que realiza un mejor trabajo recibe más, porque da más y tiene la paciencia para revisar el trabajo y pensar en el fin que tiene su resultado. Sí, si todos barriéramos las banquetas de nuestras casas, algo así decía la Madre Teresa de Calcuta, el mundo sería mejor. Si tenemos que orar, debemos hacer algo productivo o que sirva y en este camino, pensando siempre en mejorar y dar lo mejor de uno, la mejor calidad, la atención a las cosas, seguramente, el mundo, el país y nuestros hogares, serían mejores. Ese lector que me daba la clase con honestidad y con valor, también decía que no siempre estaba de acuerdo con lo que escribía y es claro que así sea, nada en el mundo es igual, tal vez somos parecidos, tenemos las mismas visiones y misiones, queremos la felicidad, la salud, el amor, la prosperidad para nosotros y para nuestros seres queridos, tenemos objetivos comunes, metas comunes pero por supuesto pensamos distinto y esto es bueno porque se aumentan las ideas y se proponen mejores cosas en esa discusión que con una sana crítica puede generar la autocrítica que nos hace ser mejores. No hay duda que si todos pensamos igual, el mundo sería muy aburrido, siempre y cuando entendamos que pensar distinto, no nos convierte en enemigos irreconciliables, al contrario, son como brújulas que nos ayudan a encontrar nuestro Norte, nuestro camino. En este mismo sentido hemos sostenido: QUE NO HAY DOGMÁTICO INTELIGENTE, POR LA SIMPLE RAZÓN DE QUE NO HAY INTELIGENTE, QUE PUEDA SER DOGMÁTICO. Por esa lógica no entendemos la cerrazón del Presidente, Felipe Calderón, cuando asegura que sus funcionarios no se van, porque si él acepta que la crítica manifestada en los diarios del país es lo suficientemente fuerte para obligarlo a cambiar a sus funcionarios, esto quiere decir que, la crítica generada en los diarios, es como un matamoscas, que mata a los funcionarios a periodicazos y si esto lo permite, después, aseguran sus asesores, el mismo presidente de la república puede ser criticado y eliminado de poder y estar en el peligro de morir como mosca, de un periodicazo… En este camino solo vemos que lo que realmente se hace en materia de seguridad es un pretexto para aumentar la militarización en el país y, con esa fuerza represiva, intolerante, desatada, sin control, prepotente e impreparada, de hecho, se puede establecer un sistema de seguridad dictatorial. Hay muchas fuerzas políticas de la ultraderecha que sostienen que solo se puede brindar seguridad con la política de mano dura, donde los policías puedan imponer y no consultar, donde puedan hacer brutalidades sostenidas en la “legalidad” de instrumentos y leyes que se hacen para su conveniencia y no a la conveniencia de los ciudadanos. Los policías imponen por medio del “terror oficial,” con la fuerza y la brutalidad “necesarias” dicen, para imponer el orden y dar seguridad, pero al paso del tiempo, esa brutalidad, se ejerce indiscriminadamente, contra delincuentes o contra ciudadanos, por esa razón no son pocos los que pensamos que en el famoso atentado de Morelia en Michoacán, no solo se debe investigar a los grupos de la delincuencia organizada, sino también, a esos grupos intolerantes y dogmáticos que se escudan o son el escudo de los miembros de la ultraderecha en el PAN, así aceptamos la tesis que señala que, este acto terrorista, fue propiciado por el mismo gobierno, para justificar la acción destructiva contra los grupos sociales y políticos que luchan en la entidad y en otras partes del país…¿ y, si no fueron los grupos de delincuentes, sino los grupos de la ultraderecha o los grupos del gobierno o los mismos policías que actúan, no sería la primera vez, con una enorme perversidad…los actores del atentado terrorista de Michoacán? Total, el poder es el poder y, para muchos, se gana a sangre y fuego. No su sangre, sino la de los inocentes…

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