jueves, 25 de septiembre de 2008

Generar miedo y terror para hacer negocios

Existen varias interpretaciones sobre lo que está sucediendo en el país. Algunos, hablan ya de un fracaso en el poder y en su ejercicio, de tal forma que Felipe Calderón, sería un presidente derrotado, antes de que termine su gestión, porque no sabe cambiar las misiones y las visiones en sus continuos enfrentamientos que más que nada, parece ser, lo mantienen acorralado por un grupo interesado en aumentar la violencia en el país. Sin duda alguna, el gran negocio de las policías y de los políticos, es la inseguridad, si existiera seguridad, no se necesitarían sus servicios y por tanto no tendrían acceso a los grupos de poder, menos a controlar la agenda política nacional y por supuesto que nadie se fijaría o preocuparía en darles mayores recursos fiscales y administrativos, tal como sufrieron ellos, los actuales jefes, en sexenios pasados, cuando la seguridad no requería el uso de recursos, de equipamientos y por tanto, los negocios se reducían a casi nada, salvo las cuotas y los entres que son tan comunes actualmente en los cuerpos de seguridad, al lado de los llamados “botines de guerra” que son las grandes fortunas obtenidas en las casas de los delincuentes y que no se reportan a las autoridades quedando como premios para un grupo reducido de jefes y policías apapachados por los mismos o súper protegidos por las fuerzas políticas. Algunos teóricos de la violencia y que escriben libros y dan conejos y consultas sobre el tema, aseguran que, en la actualidad, existen “feudos de la delincuencia organizada” y esto establece una nueva forma de poder que no está considerada por las fuerzas políticas tradicionales ya que grupos como la “Familia Michoacana” y otras organizaciones, cobran impuestos, como los llamados “impuestos revolucionarios” que cobran los miembros de ETA en varios países de América Latina y en varios estados del país, donde sus grupos siguen este sistema, para financiar la guerra terrorista que mantienen contra el gobierno y el estado Español. Así que, podríamos señalar, que en el caso especial de Michoacán, donde el control político es inmenso por parte de esa organización, existe, de hecho, un poder paralelo que, disputa el poder con el actual gobernador, Leonel Godoy, de tal forma que muchos analistas, contrarios al PRD, aseguran que los triunfos, en muchos municipios del país, por parte de este partido, se han logrado, gracias a la combinación de las fuerzas de la delincuencia organizada y las políticas, de tal forma que, se puede decir, existe en la realidad, una narcopolítica, que puede ser controlada y combatida por medio de estos elementos que ahora se desarrollan por parte de la policía política nacional y que tienen la misión de establecer un sistema de “ESTADO DE SITIO” o de control, al mejor estilo de las dictaduras derechistas, como la establecida por Pinochet en Chile y que le permitió eliminar a miles de dirigentes y luchadores sociales en ese país. Por eso, algunos grupos, también aseguran que, en la miopía existente y las luchas internas del PRD, éstos, están colaborando para ponerse la soga al cuello y apretarla con los nuevos sistemas propuestos, con el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y que, por esa razón, se dio este “atentado” en pleno zócalo de Morelia, en la ceremonia del grito, encabezada por Leonel Godoy, para demostrarle, al mismo perredista que no acepta esas conciliaciones y componendas de algunos de sus correligionarios perredistas y funcionarios y presidentes municipales que así lo mantienen, que es mejor ese camino de “componendas” que el de confrontaciones, que cobran la vida de cientos de inocentes. Por tal motivo, las verdaderas investigaciones caminan en este sentido, con el fin de lograr descubrir esa relación existente entre este grupo de delincuentes de la Familia con los grupos políticos de algunos partidos y con grupos que requieren de ese financiamiento, con tal de ganar los procesos electorales que, ahora, se ganan no con propuestas, ideas y programas, sino con mucho dinero invertido en los medios que les permiten una publicidad política que asegura las votaciones a su favor. La política así, se ha convertido en un gran negocio y en un artículo de lujo que cuesta mucho dinero y obliga a los políticos a gastar a manos llenas en la publicidad de medios electrónicos. O en los gasto enormes de la “atención ciudadana” que, supuestamente, debería otorgar el gobierno a sus ciudadanos y no darse como un regalo en época de votaciones… Así con “atentados” que no tienen paternidad y que resultan “raros en todos los sentidos” pero que tienen eficiencia en el impacto mediático publicitario, se pueden lograr los objetivos de muchos policías y de los ultraderechistas que piensan que, con una mano dura, un garrote eficiente, un grupo de sicarios que limpien de delincuentes el país, y con muchos recursos en armas, policías y grupos paramilitares que gocen de total impunidad, se puede lograr imponer el control en el país que se garantice por muchos años y este es el camino que siguen y desarrollan cuando los políticos, aterrorizados, atemorizados, y horrorizados, sueltan miles de millones de pesos de los presupuestos para más personal, equipos y gastos que, finalmente, pararán, en los bolsillos de esos políticos que operan los presupuestos, en los empresarios que ordenan y garantizan el buen funcionamientos de los negocios del ramo y a los policías y grupos paramilitares que además, de esos recursos, les permite operar el otro gran negocio el de las policías privadas, para vender seguridad a los ciudadanos, cuando suponemos, porque así lo establece la Constitución que, la seguridad en vidas y propiedades, la deben garantizar los gobiernos y no pagarla los ciudadanos que son las víctimas y el mercado de operación de esos verdaderos “delincuentes” organizados… y a pesar de que todos quisiéramos “estar ganando” tal parece que vamos caminando como los cangrejos y esto es bueno para los policías que mantienen mayores nivels de inseguridad y por tanto garantizan sus “chambas” y malo para los ciudadanos que sufren y son víctimas de los asesinos y sicarios que les sirven o son cómplices o socios de muchos policías… ¿Lo verá el presidente Calderón? O hay que contárselo, despacito, para que lo entienda…?

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