viernes, 14 de octubre de 2016

Generales en retiro

BUENO, ESO ERA ANTES: “JAMÁS NADIE ESPERO PROSPERAR GRACIAS A LOS BOTINES DE GUERRA O LAS ARMAS”
         Cuando existe un estado debilitado por la corrupción, ineficiencia y ambición de sus gobernantes, con toda seguridad se ven las muestras del deterioro, cuando los militares dejan las filas de la institución y se van a las filas de la delincuencia organizada. Nos pueden dar muchas explicaciones sobre el tema. Muchos, alegarán que se desertaron miles de efectivos porque la paga era mala y los tratos eran peores. Se puede decir que la ambición les ganó a miles y dejaron las filas por perseguir sueños guajiros y entrar en la delincuencia donde aparentemente prosperan pero terminan o en la cárcel o en el cementerio. Muchos, dicen que prefieren unos años de buena vida dejando algo para sus seres queridos y no estar toda la vida en la mugre y la incertidumbre de la pobreza y la desocupación… en fin, las explicaciones podrían sobrar, pero la realidad es que la deformación viene con los malos ejemplos de la dirigencia política, y cuando un gobierno está corrupto y sangrante, seguramente, muestra los signos de la degeneración con deserciones en sus filas de la única institución que le sostiene y que mantiene una lealtad.
         Hace unos días, un grupo de militares de alta graduación llegaron a la edad límite y entraron al retiro. Algunos medios señalaban que salía una generación de generales “duros” y en realidad, creo, que no hay generales “duros”, hay generales nobles que tienen un gran compromiso con su patria y con su institución, cuando menos, así lo mostró siempre, uno de ellos del que presumo amistad de muchos años y el conocer sus acciones y sus resultados nos lo muestra como un hombre de lealtades y de claridad en su visión del país y su compromiso con el mismo: Carlos Murillo Soberanis, es este general que lleva el honor y la lealtad en la sangre, en su corazón, en sus actos, en sus emociones, en sus vivencias. En realidad creo que no hay militar de alta graduación que no sienta la formación y el compromiso con la patria y con lo mejor del pueblo de México. Por supuesto que, desde hace años muchos han gozado de una gran formación intelectual, los conocimientos políticos y la historia del país, los datos duros, las zonas de conflicto y las zonas de desarrollo, no son los viejos militares que solamente veían su realidad, sino son la nueva generación de militares que ve la realidad del país con preocupación, y en vez de la queja y el enojo, el resentimiento, siempre muestran el lado noble y bueno de las lealtades a su institución y al país. De otra forma, las cosas serían mucho más complicadas que las que tenemos en la actualidad.
         Cuando las ambiciones de los militares superan la realidad y las instituciones civiles dejan un hueco en el paso del tiempo y del hacer y poder, se provocan los conflictos y se permite y se permea el que las ambiciones nacionales e internacionales sean las que guíen sus esfuerzos y se da paso al golpismo y al control militar que siempre es y será un control fuerte, y en ocasiones, brutal. Hoy por fortuna ya pasamos los tiempos del caudillismo personal de los mandos en la tropa, no ha sido sencillo ni fácil este cambio, se han tenido que aceptar los tropiezos y los errores, las ambiciones y los infortunios en las malas prácticas políticas que en vez de solucionar las cosas y los conflictos por medio del diálogo y la negociación, utilizaron, como en 1968 o en el 71, la fuerza brutal de la represión. Los mismos militares entendieron que esto ha provocado, en su momento, tal crisis que puso en serio peligro al país, al abrirse la posibilidad de un golpe militar en 1968, que gracias a la postura nacionalista y leal de Marcelino García Barragán se evitó el que se pudiera dar, por las instrucciones del gobierno norteamericano tal como lo planteó en su momento el embajador en turno. Si bien entendemos que la política brutal y reaccionaria de Gustavo Díaz Ordaz y de la postura, en su momento de la lucha por la sucesión presidencial adelantada en el país ,llevaba a Luís Echeverría a continuar con la represión ordenada desde la presidencia y se hiciera la gran traición a las negociaciones del Movimiento Estudiantil, logradas antes del dos de octubre y pactadas por encargo del rector y de los negociadores Jorge de la Vega y Andrés Caso Lombardo, no se podrá negar que la historia deja en claro que, gracias a la postura nacionalista y de lealtad institucional de García Barragán, se evitó ese golpe militar que hubiera generado una enorme tragedia en el país y un gran derramamiento de sangre. Por esa razón, la propia milicia entendió que no se puede utilizar a la fuerza militar para tratar de solucionar los problemas políticos, ellos, están para defender la seguridad de los mexicanos, no para reprimirlos, y es así que desde los tiempos de Vicente Fox, por acuerdo del alto mando en el Ejército Mexicano, se determinó que jamás se dejarán utilizar por los políticos para resolver conflictos sociales y políticos, ya que su misión es la de defender a la Patria no ofender a los ciudadanos, y bien por ellos, así que este grupo de militares que hoy entre en retiro podrá decir con satisfacción que cumplieron con su institución, con su familia, con ellos y con el país.

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