jueves, 10 de febrero de 2011

El general no tiene quién le apoye...

BIEN DICE EL ARTÍCULO DE Salvador García Soto, aparecido el día 5 de febrero, en el diario, El UNIVERSAL: “EL GENERAL NO TIENE QUIÉN LE APOYE” y es lógico que, desde hace muchos años, en los Estados Unidos, se han dado cuenta de que la formación de nuestros militares está firme en las convicciones nacionalistas y en defensa de nuestra soberanía nacional, esto, no les conviene si de manipular el poder militar se trata, menos, cuando nuestros militares, han demostrado una firme convicción en el sentido de que son el garante de la soberanía y las raíces históricas de que su institución sale de la formación de un proceso revolucionario y tiene fuertes raíces en el pueblo de México.

Hace algunos años, le preguntaba al General Marcelino García Barragán, la razón por la que no solicitaban mayor presupuesto para el Ejército y me decía, con convicción, de que esto no era necesario en aquel momento por la sencilla razón de que no estábamos amenazados por ninguna potencia extranjera y que nuestra política de libre autodeterminación y soberanía en los pueblos, nos obligaba a no intervenir en conflictos del extranjero, así que, su misión, estaba reducida a defender al país de cualquier agresión del extranjero y procurar la mejor paz en el interior del país. Terminaba, con algo importante: “Sí, los mexicanos, debemos cuidar el interior del país y los presupuestos gastarlos en la formación educativa, en la mejor atención médica, en construcción de presas y caminos, en la construcción de habitaciones para los ciudadanos, en fin, no para armas, ni para procesos represivos, no necesitamos más, este es un negocio de fuera, de los extranjeros y, nosotros, no debemos hacerles el caldo gordo comprando más armas y equipos que no necesitamos. Si los gringos quieren tener la seguridad de sus fronteras y que no sufran invasiones, pues que ellos, que tienen muchos recursos, paguen por ello y ellos, están obligados a cuidar las fronteras más allá de las nuestras, nosotros, debemos ser cuidadosos en no incrementar los gastos para quitarlos a otros rubros que son necesarios para el país”.

Así que hoy, con la obligación impuesta a los gobiernos por parte de los norteamericanos en que entremos en “guerra”, la verdad es que debemos entender que los norteamericanos, no han hecho nada por impedir la venta de armas a México, por frenar el consumo de drogas en su población, no han incrementado la lucha contra los grupos mafiosos y menos contra los grandes “lavadores de recursos financieros que tienen en el sobrante del tráfico de drogas en su país y en otros países”, así que, por esa razón, buscan culpar de sus males a México, para distraer la atención de sus propios problemas y que su población nos culpe y sostenga una política discriminatoria en contra de los mexicanos. Así, optaron junto con los políticos entreguistas del país, incrementar a las fuerzas de la policía política, porque de esta forma, ellos, podían intervenir en México sin problema, no para cuidar que se reduzca el tráfico de drogas, sino para identificar a los posibles miembros de la sociedad civil que están en contra de sus criterios imperialistas y de su política represiva y, por tanto, también, identificar a los civiles o grupos que pueden confrontarse en contra del actual gobierno de la derecha en el país, para colocarlos en el rubro de “enemigos y posibles terroristas o narcotraficantes”, que para ello tienen y cuentan con las policías políticas y los famosos testigos protegidos que no son otra cosa que delincuentes con protección, para inculpar a los ciudadanos que se opongan a su política o confronten a sus políticos y gobierno en el poder. Este es el peligro real que hoy tenemos en el país, y por ello, algunos analistas sostenemos que no vivimos bajo las normas de un país democrático, sino dentro del esquema de un país paramilitar, donde se trata de imponer una dictadura policíaca en el poder. Esta es la realidad y por esa misma razón, el Ejército Mexicano, no cuenta con mayores presupuestos y solamente se le manda a patrullar y lidiar con problemas propios de la policía, sin ningún apoyo, de tal suerte que la misma población sostiene que, ellos, son los “represores” cuando en la realidad, los represores y delincuentes se encuentran en las filas de la policía política que, además, está incrementando los grupos tipo “Brigada Blanca” para eliminar a los ciudadanos o grupos que les son contrarios al presidente y su política o bien, para establecer liquidaciones de delincuentes de otros grupos diferentes a los que están protegiendo desde el poder, para continuar una especie de “Guerra”, cuando en realidad es una ataque a los demás grupos, ocultos en esta “guerra”, que ha dejado al país más de 35 mil muertos, miles de huérfanos, miles de viudas y miles en las cárceles”, para sostener esta nueva política de eliminación de ciudadanos y grupos políticos con un espíritu nacionalista que son considerados como enemigos del presidente o del grupo en el poder. Por esa razón, cuando aparentemente, esa “izquierda” oportunista, apoya a los grupos de derecha en sus afanes políticos electorales, no podemos menos que pensar o que son “inocentes” o que son perversos, al igual que muchos que apoyaron a las huestes de Adolfo Hitler antes de su llegada al poder, para asesinar a millones de inocentes en la segunda guerra mundial… y ya lo veremos al tiempo, es cierto, “el general no tiene quién le apoye”, porque el apoyo real está destinado al fortalecimiento de la POLICÍA POLÍTICA FEDERAL, que es la que mejor y se acomoda a los intereses de los norteamericanos a pesar de que, esos intereses no sean los de los mexicanos, pero en las dictaduras nada importa, sino la represión y la eliminación de políticos con criterio o con convicciones… al tiempo, ya lo veremos…

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