domingo, 4 de enero de 2015

Verdades que matan

Mi experiencia de vida me ha enseñado que no hay político que sea puntual, le importa un carajo el tiempo de los demás, solamente lo es cuando él anda buscando chamba o puesto o presupuesto, pero normalmente, siempre son pendejos y perversos y creen que llegar tarde es una gracia, que le dice a la gente que es un “hombre ocupado”, cuando anda en la grilla y en las transas.
         El perder el tiempo o el hacerlo perder a los demás, significa, para los políticos, que son “importantes”, así que en tales condiciones uno de mis queridos compadres, nos recuerda esta bella anécdota de un idiota diputado que fuera invitado a la cena de despedida que se le hacía a un sacerdote por los veinticinco años de servicio en esa parroquia.
         Este diputado que era del PRI, después, en un brinco tipo ranita pasó al PAN y después al PRD, al PT y a Morena, como era miembro de esa comunidad, fue invitado para que diera un breve discurso, pero como este y todos los políticos, solamente llegan a tiempo cuando van a hacer alguna transa, cobrar sus fondos, regalar los carritos a los juniors, esperar al jefe en turno, como simple invitado a un evento de la parroquia le dejaba el tiempo para hacerles esperar, total, él, era, seguramente tan importante que le habían solicitado dar el discurso de despedida del párroco que durante 25 años estuvo al mando de la parroquia, pero como no llegaba el insolente y perverso diputado, el sacerdote, apenado, decidió decir algunas palabras el mismo para llenar el tiempo y esperar al imbécil, que andaba regalando un carrito para su junior y esperando al jefe de jefes para lamerle las botas y darle las pompis, entregarle su parte de las transas y desearle buen año, así que, el viejo sacerdote, empezó su discurso:
         “–Mi primera impresión de la Parroquia, la tuve con la primera confesión que me tocó escuchar. Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confesó me dijo que había robado un televisor, que había engañado a la gente con promesas, que se había transado a unas viejitas que confiaron en él para tener dinerito para comprar sus puestos públicos y adquirir un pequeño auto de súper lujo para su junior, contar con efectivo para hacer sus pininos de campaña en la casa de mala nota de la esquina, me explicó que había robado dinero a sus padres, también de la caja chica de la empresa y de las empresas donde laboraba, tuvo relaciones con su secretaria, con su jefe, con la vieja del jefe, con las compañeras, también, en ocasiones, me confesó que se dedicaba al tráfico de drogas y a la venta de las mismas para sostener su vicio… en fin era una confesión terrible, que me ponía a temblar y a pensar que estaba en las puertas del Infierno.”
         El Sacerdote continuaba:
         “-Me quedé asombrado, asustadísimo. Pero cuando transcurrió un tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así, vi una parroquia casi llena de gente responsable, honesta, trabajadora, con valores, comprometida con su fe y con los demás. Y así he vivido durante 25 años, mis años más maravillosos de mi vida y de mi sacerdocio”
         Justamente en este momento llegó el diputado chapulín, por lo que se le dio la palabra.
POR supuesto que pidió disculpas por llegar tarde explicando que su jefe de jefes le había llamado de última hora para solicitarle unas cosas muy importantes para el país y para que llevara  un mensaje de aliento al sacerdote y empezó a hablar diciendo:
         “-Nunca voy a olvidar el primer día que llego el padre a nuestra parroquia. De hecho tuve el honor de ser el primero que se confesó con él”…
DICEN QUE, DESPUÉS DE ESA PENDEJADA, QUE QUISO CONVERTIR EN BROMA, el jefe de jefes, encabronadísimo, le solicitó que dejara el puesto y el presupuesto y pidiera su permiso en la diputación para que se enseñara a no decir la verdad, cuando está en riesgo la credibilidad de todo el sistema y del gobierno con tantas pendejadas que salen a la vista de la gente y por lo cual, pierden confianza y ya no confían en la política ni en los políticos, y cuando esto sucede, hay que cambiar y ser honestos, y con ello, se pierden muchos pero muchos millones para los miembros de la mafia en el poder. Así que, en este país, no se castigan los delitos, se castigan las pendejadas y las verdades y,… colorín colorado, este año ha terminado…. Para unos, mal, y para todos, bien jodido. Un mejor 2015 para todos, no para unos cuántos que nos ven la cara de pentontos…

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