ES bien curioso, el “gobierno de Guerrero”, ahora, pone un terrible operativo y amenaza a los protestatarios que se atrevan a realizar desmanes o abran las tiendas para que repartan las cosas en forma gratuita. Pero cuando matan o asesinan, secuestran a los muchachos, no aparecen más que los policías que van a joderles. Utilizan la protección para proteger los bienes de los multimillonarios y aparecen los policías para asesinar o secuestra o proteger a los delincuentes, no a la población. LO DICHO, PAGAMOS PARA QUE NOS JODAN Y PARA QUE LOS POLÍTICOS, FUNCIONARIOS, EMPRESARIOS Y DELINCUENTES, PUEDAN UTILIZAR LOS RECURSOS Y LOS FONDOS PÚBLICOS PARA HACER LOS GRANDES NEGOCIOS PRIVADOS, y además, les seguimos pagando, dizque para que sostengan un “estado de derecho” que es muy chueco.
A un mes del secuestro y posible asesinato y quema de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la escuela Normal Rural no sabe cuál será su futuro y los más probable es que las autoridades de educación pública buscarán de todas formas eliminar el sistema de Normales Rurales, para que no existan ligas con los grupos comunistas ni con los grupos guerrilleros que lastimen el peinado de los nuevos tecnoburócratas que nos desgobiernan,
Hoy en día el gobierno de los burócratas está muy preocupado por la imagen de México al exterior, donde, sin tapujos, se dan cuenta que México es un baño de sangre y un nido o tejido de tumbas clandestinas que esconden tal vez, más de treinta mil desaparecidos. Hoy, con el asunto de los 43 desaparecidos o asesinados de Ayotzinapa, se van descubriendo que, en doce años, los asesinados en este país ocultos en la “guerra contra el narcotráfico” operada y decretada por los gringos y ordenada a Felipe Calderón, llevamos más de cien mil asesinados en este país, un verdadero baño de sangre, miles y miles de desplazados, más de treinta mil desaparecidos y miles y miles de detenidos acusados por los policías asesinos y cómplices de los delincuentes o bajo sus órdenes, recluidos, en las cárceles del país. Todos considerados delincuentes, cuando en realidad son víctimas de todo ese enorme negocio que es el de proteger y alentar el narcotráfico con el pretexto de combatirlo, utilizar más de un billón de pesos en tareas de “seguridad”, que no sirven nada más que para asesinar, horrorizar y aterrorizar a los mexicanos y luchadores sociales o grupos que buscan una mejor vida para todos.
Hoy, los mexicanos parecen despertarse a la realidad y ver ese baño de sangre en que nos han sumido los norteamericanos con la complicidad de los funcionarios, políticos policías y empresarios que se benefician del gran negocio del narcotráfico y de la “seguridad”. Nadie podrá negar, hoy en día, que los políticos, en muchos lados, han establecido y fortalecido una narcopolítica en el país y que en vez de combatir el crimen, se asocian y se “AYUNTAN” para ser cómplices y socios de los mismo: ahí está el gran negocio donde hemos sido testigos del enriquecimiento de muchos de ellos, de muchos banqueros que, de la noche a la mañana, eliminando a sus depositantes del narco, se robaron los fondos depositados por ellos y sus mafias y los repartieron con los funcionarios y políticos que están en este negocio. Ahora, podemos entender las acusaciones que se le hacían a Vicente Fox en la complicidad para la evasión del Chapo Guzmán, ya que este, fue uno de sus mecenas y operadores financieros durante su campaña a la presidencia con el apoyo y complicidad de los gringos, banqueros mexicanos y de Ernesto Zedillo que le entrega el poder. Ahora, podemos comprender los negocios de Felipe Calderón y sus policías….
Este crimen y secuestro nos tiene que demostrar a los mexicanos que no podemos continuar siendo omisos y no protestar contra esos crímenes y asesinatos, no podemos ser cómplices con nuestro silencio. SI QUEREMOS TENER UN PAÍS DIFERENTE, SER UNA FAMILIA DIFERENTE, SER NOSOTROS, DIFERENTES, LO ÚNICO QUE NO PODEMOS SEGUIR SIENDO ES: SER INDIFERENTES… Y NI MODO, TENEMOS QUE SEGUIR GRITANDO Y PROTESTANDO HASTA QUE SE HAGA JUSTICIA Y SE VAYAN LOS PEORES.
La verdad es que, la VERDADERA DELINCUENCIA ORGANIZADA, está en los altos niveles del poder político y en las altas esferas de los sistemas de seguridad y gozan de la complicidad de banqueros, empresarios y especuladores financieros, que son los que mandan en el país y brindan impunidad a los grupos.
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