viernes, 26 de diciembre de 2014

Reflexiones

La Navidad, es un tema donde se unifican muchas razones en la existencia, a lo mejor muchos pueden reflexionar sobre el verdadero significado de la misma. Algunos, solamente se pierden en el sentido mercantilista de la fecha y gastan hasta lo que no tienen, con el fin de pretender creer que en los regalos está la felicidad al igual que en las cosas materiales, y no es esta una verdad, es un sentimiento generado por el mercantilismo y por el materialismo que provoca el no pensar y estar atento solo a lo que  dicen los medios de comunicación que manipulan todo el favor del “libre mercado” que no es otra cosa, que a explotar y apendejar.
         Muchos alegan que en el nacimiento de Jesús se encuentra el alma del amor y del perdón, la verdad es que toda la creación es parte de lo que nos ha dejado la vida, y el verdadero templo del señor lo tenemos en el interior, en las palabras y en las acciones de cada uno, no están el amor y el perdón en las declaratorias de sacerdotes o de jueces, están en el verdadero sentimiento de uno. No están en la petición de olvidar las ofensas y dejar pasar las violencias, están en las acciones de cada uno para el bien nuestro y de los demás.
NI Dios ni la creación son seres o entes ególatras que buscan la adoración de las gentes, al contrario, buscan que la conciencia de cada uno sea la mejor para entender la realidad, para cuidar de uno y de los seres queridos con devoción y verdadero amor. El estar agradecido es igual a poder dar lo que uno tiene y disfrutar por lo que hay, con lo que hay, visitar las maravillas en todo y toda manifestación de vida. Ahí están los grandes milagros, en los milagros de la vida y por la vida. Hay emociones de hoy, jamás hay emociones por el mañana que no sabemos qué nos depare, y si las hay por las de ayer, sabemos que sucedieron y no se pueden cambiar ni remediar. Solamente, la vida, es el momento, el hoy, el presente y la voluntad de luchar por uno y por la felicidad de los demás. Esa felicidad que todos decimos buscar solamente está en el interior y en la conciencia de uno. No hay felicidad externa o por las cosas que tienes o acumulas, eso es ambición sin freno, y no es amor ni felicidad. Que tan poco puede tener alguien que acumula cuando se le va la vida en eso, en la acumulación y en el arrebatar a los demás lo poco que tienen para meterlo a la bolsa y sentirse mejor, cuando en verdad, son poca cosa.
         Los sentimientos humanos cuando son limpios y sirven para mejorar y proteger a los demás, son el camino de la felicidad. La oración también nos permite de vez en cuando reflexionar sobre lo que sucede en la vida, y la meditación, nos deja ver lo que tenemos dentro, la verdadera luz que prende la esperanza y da calor y brillo para iluminar el camino de la vida, para ir dejando huella, no para ser reconocido, sino, simplemente, por ser, por lo que queremos ser, por lo que en verdad somos. Dios no busca los reconocimientos ni los oros ni a los moros para establecer venganzas y miedos o acumular riquezas que solo muestran la egolatría y ambición de los que dicen lo representan en la tierra, esos, en verdad, solamente son algo que ver pero no para adorar a Dios, sino para entender que la maldad esta encubierta incluso en el nombre de su nombre y en los que dicen representarle en este mundo, y solamente piden oraciones sin acciones, son los que suplican perdones y olvidos, cuando no han sufrido las injusticias ni las violencias de otros hombres. Ellos, se protegen en los templos que no sirven a los muchos y jodidos, sino que amparan a los pocos y explotadores, a los verdaderos asesinos, a los corruptos, a los que explotan a los demás, a los que les reprimen para que acepten condiciones y horrores, a los que les generan miedo para poder imponerse en el gobierno y explotar a todos, utilizando los bienes y fondos económicos de todos, con el fin de acumular y hacer negocios privados con los bienes que deben servir a todos. Esos son, en verdad que son los que no tienen perdón y deben ser denunciados para evitar que sigan engañando, explotando y robándonos a todos, lo que con honestidad y con el sudor de cada uno vamos construyendo y nos es arrebatado, ya sea por medio de edictos y leyes que no son nuestros o por medio de la violencia, de la represión y del terror y el miedo que generan en esta sociedad.
         La construcción de la conciencia es velar por verla y entenderla, luchar para cambiar la realidad es una labor tenaz y de todos, es la labor colectiva para preservar la integridad y la felicidad de todos que nos roban unos cuántos. Por esa razón, si queremos ser diferentes, tener una familia diferente, un gobierno diferente, un país y una sociedad diferentes, lo único que no podemos ser es ser indiferentes. Que tengan una gran Navidad y no olviden que hay miles que lloran a sus muertos y buscan a sus desaparecidos…Ayotzinapa, somos todos.

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