sábado, 27 de diciembre de 2008

Bienvenido Manuel Rodríguez Díaz

Seguramente, con la llegada a México de la Ingrid Betancurt, quién durara más de siete años secuestrada por las fuerzas de las guerrillas colombianas, FARC, se abren en el país, con pleno oportunismo de algunos sectores, los esquemas para apoyo a la fundación de lucha contra los secuestros, encabezada por esta dirigente política de Colombia. Coincidentemente, nos hemos enterado, por algunos medios de comunicación que, el empresario Manuel Rodríguez Díaz, ha sido liberado después de un secuestro de cinco meses y 10 días.

Hace algunos años, también fue secuestrado este empresario que lleva más de cuarenta años en México y en Oaxaca, nacionalizado mexicano y que, con profundo amor y convicciones, declara que: “no me voy de Oaxaca, ni retiro mis inversiones”. Sus tres hijos y su señora esposa Beatriz Rodríguez Casanovas, con seguridad, pasaron momentos de terrible angustia, sobre todo, porque cuando fuera secuestrado el empresario se realizó con violencia, de tal suerte que uno de sus guardaespaldas quedó muerto en el lugar de los hechos. Anteriormente, también, se había secuestrado y en aquellos tiempos se habló de que lo secuestraron fuerzas guerrilleras, pero también se sabía de intentos de chantajes por parte de la policía política de aquellos tiempos encabezada por la DFS y la PFJ, donde comandantes y altos funcionarios, pretendía sacar dinero al empresario con las amenazas de que le inventarían delitos federales o de inmiscuirle con el “lavado de dinero por parte del narcotráfico”.

La realidad es que durante el espacio de tiempo, varios meses, en donde no se supo nada del tema, se habló, como se habla ahora, del pago de rescates multimillonarios y él, seguro de su convicción, no habla del tema ni quiere recordar esos momentos difíciles por los que ha pasado en su vida.

Curiosamente, la especulación y la imaginaria popular o los mismos rumores esparcidos por los delincuentes para borrar huellas y establecer líneas de investigación que no permitan encontrar los caminos del delito, se ha hablado de cosas totalmente increíbles, al punto tal que, algunos perversos y malévolos, envidiosos o mal intencionados, hablaron de que la fortuna o las fortunas de muchas gentes en el Estado de Oaxaca, estaba íntimamente ligada al manejo y “lavado de dinero “ de importantes grupos del narcotráfico y en forma especial, se decía, en aquellos tiempos, de los recursos de Pedro Díaz Parada. La verdad es que todo esto no eran más que invenciones y especulaciones o chismes soltados por algunos funcionarios del gobierno del Estado, por competidores comerciales y por algunos profesionistas que estaban al servicio de Díaz Parada y que, al no poder justificar sus propias fortunas, esparcían tales rumores, con el fin de evitar las investigaciones en su caso.

En otros niveles, escuchamos a algunos competidores comerciales que en realidad “era un autosecuestro”, como hemos sabido de algunos otros de importantes personajes que se han realmente autosecuestrado, pero la realidad es que Manuel Rodríguez Díaz, no tiene este manejo ni lo necesita, es un hombre deportista que ama la vida y ama a su familia y su actividad empresarial de tal forma que, siempre, está al pendiente de sus negocios y de lo que reclaman de atención sus afectos. Así es que consideramos mejor hablar, ampliamente del tema, para poner un punto final a este amargo episodio de un buen ciudadano, de origen español pero que ama, confía y quiere mucho a Oaxaca y a México, de tal suerte que, muchos empresarios que ahora han salido corriendo a buscar refugio y “seguridad” en Estados Unidos, para ellos y sus cuantiosas fortunas, deberían tomar el ejemplo de Manuel: “¡NO ME VOY DE OAXACA!”.

CONTABA HACE ALGUNOS MESES QUE, UN AMIGO, EMPRESARIO, CINEASTA, PERIODISTA Y HOMBRE DE FORTUNA, TALENTO Y ÈXITO ME DECÍA: “La verdad es que en México, cuando comienzas a tener éxito, te va bien en la vida profesional y en tus actividades profesionales o empresariales, los envidiosos, los frustrados, los mal intencionados en la vida, aseguran que te va bien porque tienes mucha suerte. Posteriormente, no tienes suerte, dicen que lo que sucede es que eres un lambiscón, un acomodaticio, un rastrero. Después, dicen que lo que sucede es que eres un corrupto y te convertiste en el cómplice de tus amigos o jefes. Si continúas con el éxito, señalan que lo que sucede es que, además de corrupto, eres maricón, y formas parte del clan de gays que rodean a los poderosos y que, en la clandestinidad y doble vida, se apoyan como se apoyarían los mafiosos del Yunque o los miembros de las logias y, si llegas más arriba de donde ellos consideran deberías haber llegado, pues con toda desfachatez, cinismo y envidia, aseguran que lo que sucede es que eres narcotraficante o eres parte del complejo en el “lavado de dinero y de recursos” de procedencia ilícita, ya sea de los malos o de los políticos”.

En este caso que comentamos, con la alegría y el buen ánimo que nos despierta el hecho de que un buen hombre, buen padre de familia, buen empresario y extraordinario mexicano, Manuel Rodríguez Díaz, se encuentra sano, fuerte, entusiasta y contento con su familia y sus actividades, en verdad, rogamos a Dios para que no se vuelvan a repetir este tipo de eventos, donde miles de mexicanos han tenido de sufrir y pasar por terribles momentos de angustia. Pero sobre todo, ojala, las lenguas viperinas se frenen en sus especulaciones y en sus chismes que dañan mucho a los actores y sobre todo, generan un estado de inquietud sobre la realidad de los acontecimientos. Creemos que Manuel y su familia, nos merecen todo el respeto para no estar en el chisme y preguntando sobre las cosas de las que ellos no quieren ni deben hablar, porque saben que es parte de su propia seguridad en el presente y el futuro de sus familias, pero también, tendríamos que respetarles, no permitiendo que se especulen y se chismeen sobre cosas que no se conocen y que solamente, en ese afán de chisme “caliente” en donde se dan muchas tragedias en los pueblos chicos, se evite el que, los “enterados”, crean que por hablar sin conocer y denostar sin querer o queriendo, pueden usar este ejemplo para estar en el “chisme caliente, que mata a la gente”. La verdad es que las pocas palabras que deja Manuel en un seca entrevista de banqueta: “No me voy de Oaxaca”, es un buen tema para que todos reflexionemos sobre ese valor, ese empeño, ese cariño y amor al pueblo que le ha dado tanto y donde su familia tiene las raíces profundas que les permiten las alas largas de libertad de espíritu

Creemos que, porque lo hemos visto que en este caso, se volverán a remover las pasiones y que odios sin sentido y envías, provocarán muchas especulaciones, por ello, como comunicadores responsables creemos que no debemos permitir que esto suceda en nuestro entorno y por tal motivo, exigimos que se respete el valor y la integridad de las personas y de sus familias, sin que los chismes se generalicen, porque esto daña mucho más los entornos familiares y lastiman a los actores y sus familias. Así que, en tales fechas, los que creemos aún en la vida y gracia de nuestro Señor Jesús, vemos casi, como un milagro, este acontecimiento y nos renueva la fe, la confianza y la esperanza que todos merecemos en este país y en este estado tan hermoso y mágico en el que vivimos. Que bueno, a los oaxaqueños de nacimiento y a los de espíritu, nos alegra mucho el que una familia se reincorpore a la alegría y que, un buen ciudadano, un buen hombre, un buen padre de familia y un buen amigo, se encuentre sano y salvo, nuevamente, entre nosotros.….BIEN VENIDO MANUEL, SABEMOS QUE, POR BIEN VIENES.

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