A
lo largo de mi vida he aprendido que siempre tengo algo que aprender de
cualquier gente, de cualquier condición social, de ricos o de pobres,
de intelectuales o de ignorantes, de perversos o mentirosos o de los
moralistas y leales, de los políticos o de los anti políticos, de los
guerrilleros, de los hampones, de los banqueros, de los maestros, de los
líderes o de los endemoniados, en fin, para aprender cosas de la vida
hay muchos seres humanos que nos van dejando lecciones. Hace algunos
años les comentaba que un Procurador me llamó para que le explicara la
razón por la que en una fotografía aparecía al lado de un personaje que a
los años, no en el tiempo en que se tomó la fotografía, era buscado por
ser miembro de la mafia, actualmente está detenido, en ella ,aparecían
también un
abogado que en aquella época era Director de la facultad de Leyes de la
UANL y otro personaje que era nada menos que el fiscal para combatir a
la delincuencia organizada; la realidad es que en aquel tiempo estaba
realizando una investigación sobre los caciques del Norte y sobre los
personajes que mantenían el control político y
económico en esa región del país con la idea de recopilar datos para
publicarse en forma de artículos para la Revista Impacto y para hacer un
libro, por muchas razones, no pude realizar lo último, pero la
experiencia era importante, sobre todo cuando me habían mostrado en
varias de las entrevistas que esos personajes por los que preguntaba el
procurador estaban retratados con importantes personajes de la política y
de la sociedad y de la banca nacional e internacional y, por obvias
razones, no comentaban sobre esas fotos que tengo entendido aún existen,
en fin, en aquella
entrevista le comenté a ese procurador: “Pues yo trato como periodista y
como funcionario a muchos tipos de gentes, tengo amigos y conocidos,
maricones, artistas, políticos, intelectuales, maestros, funcionarios,
gobernadores, presidentes, comerciantes, hampones, delincuentes, en fin,
conozco a muchos, pero si bien algunos han llegado a ser mis amigos, le
debe decir para que lo vaya entendiendo que, ellos, se dedican a lo que
ellos quieren y con sus riesgos, aún los maricones, pero no soy ni su
socio ni su cómplice”… y bueno ahí es una parte de la historia.
Hoy
en día puedo decirles que conociendo a todo tipo de gentes, con los que
no he sido ni socio ni cómplice, aprendí muchas cosas como hoy aprendo
de un libro extraordinario que escribe un EXmiembro del clan Gambino,
LOUIS FERRANTE, quien fuera un destacado miembro de la mafia que cumplió
una condena al no aceptar ser un “testigo protegido” para denunciar, de
acuerdo con los policías a los mafiosos o a las gentes que el poder
quería involucrar y destruir. En fin, este exitoso escritor que en la
cárcel se dedico a estudiar y hacer una profunda reflexión sobre su vida
y logró el cambio de su estilo, no deja de reconocer que los mecanismos
y métodos de la mafia conocen mucho sobre lo que significa el liderazgo
empresarial y
señala que, muchos líderes empresariales son tan despiadados o más
rateros que los propios mafiosos y esto lo señala una gente que conoce
las dos caras de la moneda.
El
nuevo libro de Louis Ferrante, esta publicado por la editorial Conecta y
se llama: “APRENDA DE LA MAFIA PARA ALCANZAR EL ÉXITO EN SU EMPRESA
(LEGAL)” y vale LA PENA ENTENDER QUE LA MAFIA Y LA POLÍTICA O LAS
RELACIONES EMPRESARIALES NO SON DIFERENTES, SOLAMENTE QUE UNAS SON
ILEGALES Y LAS OTRAS LEGALES O, SUS RELACIONES Y COMPLICIDADES SON
LEGALES O ILEGALES, HASTA QUE SE DESCUBREN… Por esa razón la Revista
Fortune publicaba: “El organigrama de una familia del crimen organizado o
sindicato refleja la estructura administrativa de una corporación. En
el vértice de la pirámide hay un jefe o director ejecutivo. Por debajo
de él están el segundo al mando (el jefe de operaciones) y un consejero
(consejero general). Luego le
siguen los capos (vicepresidentes) y los soldados (empleados de bajo
nivel que cumplen órdenes de los jefes). Al igual que las corporaciones,
los grupos criminales confían a menudo en asesores externos”.
Y
bueno, los políticos, los policías, los empresarios, los banqueros, los
especuladores financieros, los funcionarios, hacen exactamente eso y no
hay diferencias con la mafia.
Por
ello escribe Louis Ferrante: “Cuando salí de prisión, tuve la gloriosa
sensación de que había dejado atrás mi vida delictiva y, con ella, toda
esa gama de delincuencia con los que trataba diariamente. Soñaba con
encontrar mi lugar en el mundo legal, qué diferente sería del mundo que
había conocido”.
“Para
mi sorpresa, me di cuenta de que eso del mundo legal era una fantasía.
No tardé en conocer bribones en la sociedad legal que eran mucho peores
que los mafiosos que había conocido; lobos con piel de cordero”.
“Cuando
ejercí como prestamista, jamás incrementé el tipo de interés de los
préstamos concedido a nadie. Si acaso, todo lo contrario, reducía el
interés como compensación por haber pagado a su debido tiempo. Las
empresas de tarjetas de crédito incrementan el interés sin importarles
tu historia y, además, lo hacen sin tu consentimiento. ¿Qué sucede con
todas esas ocultas comisiones? “Están en letra pequeña” –me dijo un
representante del servicio de atención al cliente-.Usted debería haberla
leído”. Eso es como si yo, al aumentar los intereses de un préstamo, le
hubiera dicho a alguien: “Cuando te deje el dinero, te susurré eso.
Deberías haberlo leído”.
“Las
agencias de cobro de deudas telefonean a las casas de las personas y
acosan a todo aquel que responde al teléfono. Les da igual si tu madre o
tu abuela están a punto de morirse. “¿Me importa un carajo! ¡Páganos!”
Puedes pensar lo que quieras de la Mafia, pero su código prohíbe que los
mafiosos se acerquen a la casa de un hombre y, mucho menos, que acosen a
la familia”.
“Los
bancos embargan las casas y echan a sus ocupantes a la calle. El
Sheriff local tramita la orden de apremio, cierra las puertas y expulsa a
la familia. Apuesta a que cualquier padre que haya pasado por eso
preferiría tratar con nosotros. Puede que le rompan un par de huesos,
que le pongan un ojo morado, pero por muy grande que sea el trato,
conservas tu casa”.
“Seamos
sinceros: los mafiosos son egoístas, interesados, pero lo mismo sucede a
los hombres de negocios. Los mafiosos pueden matar incluso a los suyos,
pero a los demás no se les molesta. Los empresarios, los bancos y las
agencias de tarjetas de crédito abusan de todo el mundo”… continuaremos
con este libro, da lecciones interesantes y
reflexivas…socrates_campos8@yahoo.com.mx